martes, 28 de agosto de 2007

Pachanga

La familia peluche.- El escritor brasileño Santiago Nazarín (el otro Santiago, a decir de Roncagliolo) se viste para la ocasión durante la lectura de Cuentos y Copas.


Fan enamorada.- Una oyente (plenamente identificada) escucha en éxtasis la lectura de un cuento de Andrés Neuman. ¡Es lindo!, se le oyó decir.

Lenguas de Trapo.- Los dos ganadores ax aequo cubanos del I Premio Lengua de Trapo arreglan sus viejas cuentas: "tú tuviste más prensa que yo, chica" le dice Ronaldo Menéndez a Karla Suárez. "Coño, que no" contesta ella.

Los ángeles de Charly.- Tres de las múltiples muchachas con gafete que cuidan que los escritores no se emborrachen demasiado, bailen salsa con precaución, estén una hora antes en los conversatorios, llevarles sus cenas en delivery, que los chicos de colegios que asisten a las lecturas no hagan bulla y, sobre todo, que Alvaro Enrigue no reniegue todo el tiempo.

Mojito Miyagui.- Alejandro Zambra adiestra al cachorro boliviano Rodrigo Hasbun ("el enfermo imaginario") sobre las bondades de las novelas de no más de 100 páginas en las reseñistas de Arcadia que tienen que leer 39 libros mínimo en 24 días máximo. Por ejemplo ¿no te parece que en este trago sobran ramas y falta mojito?, pregunta Zambra y Hasbun asiente a su maestro Miyagui. Luego le contaría con todo detalle un cuento de Dino Buzzatti llamado "El perro que vio a Dios".

Banca de oro.- Preocupados por la ruptura del número cabalístico 39 con la ausencia de Junot Díaz, la organización estuvo a punto de darse por vencida y cambiar los paneles. Entonces apareció El-Que-Siempre-Aparece, el peruano Julio Villanueva Chang, titulado "trashumante noctámbulo de los submundos latinoamericanos". Además, conoce a todos los escritores, reparte Etiquetas Negras y colección Underwood, y encima baila salsa decentemente (aunque Rodrigo Blanco, venezolano y no ruco, es el mejor). ¡Una banca de oro la del Bogota39!

Los hombres duros no bailan.- En medio del fragor de la salsa dura y de los elogiados pasos de baile de su compatriota Rodrigo Blanco, Slavko Zupcik es un venezolano que no baila.

Howl.- Daniel Mordzinski muerde la cámara. ¡Son demasiados y todos quieren salir en la foto!, alcanza a gritar antes de huir.

Sobre el efecto del mojito en los escritores menores de 39 años.- Luego de unas horas y 18 mojitos, Alvaro Enrigue baila salsa.

Te llevo para que me lleves.- Santiago Roncagliolo y Gonzalo Garcés. Sala de Conferencia del hotel. Tres de la mañana. Dos botellas de whisky. Catorce escritores sin sueño. Simplemente pasó.

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